Paralelización

Paralelización:
Los objetivos de la paralelización son:

Diseño de una PPR que pueda ser insertada y retirada fácilmente por el paciente.
No provocar fuerzas excesivas a los pilares en las maniobras anteriores, ni deformidad en los elementos de la PPR.
• Resistir a las fuerzas dislocantes.
• Distribuir correctamente las cargas funcionales a las estructuras residuales: dientes, mucosa y hueso.
• Evitar zonas de retención alimentaria.
• Devolver y respetar la estética.

Modelo diagnóstico transferido al articulador:

Es el modelo previo del paciente tomado con alginato, que se transfiere al articulador.

Debe ser transferido al articulador por medio de arco facial y planchas o rodillos (de ser necesarios), y deben ser precedidos siempre por un examen radiológico previo: panorámica o serie periapical.

Examen Rx previo:

La serie periapical puede condicionar el diseño de la PPR, ya que podremos descubrir dientes con poca inserción ósea, que podrían acabar cayéndose por aplicar fuerzas de retención de la PPR sobre los mismos.

Al montar el modelo en el articulador, es necesario realizar una base partida, para poder llevar el modelo al paralelizador (y, si eso, modificarlo), y volver a ponerlo en su posición anterior.

Al montar los modelos, podemos ver las interferencias: curva de Spee aumentada, dientes extruidos, etc.

Fases de la paralelización:

El paralelómetro es un instrumento utilizado en la planificación de PPR para determinar sobre el modelo el paralelismo relativo de dos o más superficies dentarias o de otras áreas. En modelos de estudio, se usa como método de diagnóstico, y se usa para conocer las modificaciones necesarias para establecer un plan de tratamiento. En modelos maestros, se usan para comprobar las correcciones realizadas en el modelo de estudio, necesarias para realizar PPR según el diseño.

Existen diversos tipos de paralelizadores, con más o menos posibilidades técnicas.
Para realizar la paralelización, hay que seguir una serie de fases:

1. Posición cero
2. Vía de inserción: hay que determinar la trayectoria de la inserción, realizando las menores preparaciones posibles en los dientes pilares. Loa vía de inserción depende de:
a. Superficie guía potenciales (planos guía)
b. Zonas retentivas para retención directa (normalmente, las caras vestibulares)
c. Interferencias dentarias y tisulares (una interferencia dentaria es aquel diente que se encuentra en gresión o versión, hay que tenerlo en cuenta para realizar la PPR sin que se dañen estos tejidos)
d. Estética

Para determinar los planos guía (necesarios para la vía de inserción): hay que analizar las posiciones de las superficies proximales de los pilares para ver su paralelismo en esa determinada posición, hasta lograr que todos los planos guía sean paralelos entre sí, y paralelos a la vía de inserción.

Hay que mover el modelo en sentido anteroposterior, hasta conseguir el máximo paralelismo.

También es necesario alinear la mayoría de las superficies proximales para disminuir a necesidad de alterar los contornos dentales.

Debe llegar al vértice e la papila, y pueden pasar dos cosas: que el diente tenga una cresta marginal prominente, haciendo que no entre bien y se produzca una zona de almacenamiento de comida, y puede pasar lo contrario, que tenga una cresta marginal plana, por lo que la PPR haría daño en los tejidos blandos, se clavaría en la encía.

Si el triángulo es excesivo, hay que tallar esa cara proximal hasta lograr uno o más adecuado, pues sino, se produciría empaquetamiento de comida. Si no se corma ese triángulo, se requerirá una corona para dar volumen y forma adecuada a esa cara proximal y crear un plano guía.

3. Preparaciones pre-protésicas: si hemos conseguido la vía de inserción, debemos tripodizar el modelo, marcando en el modelo (en el zócalo), tres marcas o surcos (dos laterales y uno posterior), con la cucharilla y un rotulador, que nos marcarán dónde tengo que localizar la inclinación del modelo.

4. Marcar el ecuador dentario: el ecuador va a condicionar la localización de los brazos de los retenedores, por lo que podemos hacer modificaciones del mismo, moviendo el modelo, de forma que podemos variar ese ecuador. También puede ser necesario modificarlo a base de CRT o remodelado de las superficies vestibular o lingual. Si inclinamos un modelo, nos da diferentes ecuadores, por lo que tenemos que tener cuidado con la angulación que tenga el paciente, ya que, sino, los retenedores no ejercerán correctamente su función.

5. Cuanto de retención: hay que analizar la retención de cada pilar: se analiza con rosetas de 0,25-0,5-0,75 (USAR SIEMPRE LA MÁS PEQUEÑA). La retención debe ser la menor posible y la misma para todos los pilares: si por ejemplo tenemos una de 0,50ª un lado, al otro debe haber 2 de 0,25. Las rosetas se ponen en las caras vestibulares de los dientes, y se marcan puntos en mesial y en distal:

a. Unión del tercio mesial con los dos tercios distales
b. Unión del tercio distal con los dos tercios mesiales.
Con la roseta hay que marcar en la escayola el cuanto de retención, y remarcarlo con un rotulador.

Interferencias dentarias y tisulares:

Evaluar las prominencias (interferencias) de tejidos duros y blandos y sus correspondientes socavados que podrían interferir en la inserción y desinserción de la PPR (tanto de sus partes metálicas como de las acrílicas).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *